Cómo inicié mi adaptación al trabajo digital
Una tarde de septiembre regresé de la playa bronceada con el color de un tomate cherry maduro. Mis piernas y espalda me ardían. Me bañé con calma y saqué los últimos vestigios de arena que se enredaron en mi cabello. La regadera me mojó por largo rato. Luego humecté todo mi cuerpo con crema de moringa y me acosté con ganas de descansar.
Me acosté sin saber lo que me pasaría. Cuando en la profundidad de mi sueño escuché una notificación del celular a las tres de la mañana. Yo casi nunca miro el teléfono a esa hora. Pero el titular me quitó el sueño enseguida: "La inteligencia artificial superará el conocimiento humano y provocará una inmensa pérdida de empleos".
Sentí como si una ola enorme amenazara mi trabajo. Tembló toda mi piel indefensa al leer resumen que decía: "Millones de trabajos serán eliminados."
Golpeada por el rugido peligroso de la notica de forbes, al final del texto logré leer una frase alentadora: "Las personas que consigan surfear la cresta de la ola se harán más ricas".
Pero a reglón seguido decretaba: "Para los que se queden atrás el futuro será doloroso."
No pude seguir durmiendo. Rodé de lado a lado de la cama. Y una cobija de temor me arropó hasta cuando salió el sol y me levanté a tomar una taza de café, saboreando el mensaje que capté: "Solo quien se adapte podrá sobrevivir."
La frase se repetía cada vez que respiraba. Y sin querer, mis pies descalzos me llevaron al cofre del amor donde guardo recuerdos importantes de mi vida. Joyas de cumpleaños. Mi primer diente caído. Y el primer reloj que me enseñó el valor del tiempo. Además encontré paquetes de fotocopias que guardaba sin tener una razón especial.
Uno de los paquetes decía en la tapa de la carpeta: Fórmulas de adaptación a los cambios de la vida.
Empecé a leerlas, y con ellas descubrí cómo preparar mi ruta de adaptación a los retos que ya cayeron sobre mi trabajo: con la llegada de la inteligencia artificial, automatización y robotización al mercado laboral.
Me acosté sin saber lo que me pasaría. Cuando en la profundidad de mi sueño escuché una notificación del celular a las tres de la mañana. Yo casi nunca miro el teléfono a esa hora. Pero el titular me quitó el sueño enseguida: "La inteligencia artificial superará el conocimiento humano y provocará una inmensa pérdida de empleos".
Sentí como si una ola enorme amenazara mi trabajo. Tembló toda mi piel indefensa al leer resumen que decía: "Millones de trabajos serán eliminados."
Golpeada por el rugido peligroso de la notica de forbes, al final del texto logré leer una frase alentadora: "Las personas que consigan surfear la cresta de la ola se harán más ricas".
Pero a reglón seguido decretaba: "Para los que se queden atrás el futuro será doloroso."
No pude seguir durmiendo. Rodé de lado a lado de la cama. Y una cobija de temor me arropó hasta cuando salió el sol y me levanté a tomar una taza de café, saboreando el mensaje que capté: "Solo quien se adapte podrá sobrevivir."
La frase se repetía cada vez que respiraba. Y sin querer, mis pies descalzos me llevaron al cofre del amor donde guardo recuerdos importantes de mi vida. Joyas de cumpleaños. Mi primer diente caído. Y el primer reloj que me enseñó el valor del tiempo. Además encontré paquetes de fotocopias que guardaba sin tener una razón especial.
Uno de los paquetes decía en la tapa de la carpeta: Fórmulas de adaptación a los cambios de la vida.
Empecé a leerlas, y con ellas descubrí cómo preparar mi ruta de adaptación a los retos que ya cayeron sobre mi trabajo: con la llegada de la inteligencia artificial, automatización y robotización al mercado laboral.
Yo no sabía que para el 2025 se espera que el 35% de la inteligencia de la fuerza laboral humana sea reemplazada por la fuerza laboral de la inteligencia artificial.
Según el Informe sobre el desarrollo mundial (WDR) 2019: Por la naturaleza cambiante del trabajo y el modo en que está cambiando el trabajo, como resultado de los avances tecnológicos que se registran hoy en día; se están generando temores que asumen que los robots están desarrollando labores que antes realizaban los humanos.
Sin embargo, en el Informe sobre el desarrollo mundial 2019 se concluye que esto pareciera ser en general infundado; pues el progreso tecnológico está redefiniendo el trabajo constantemente, las empresas adoptan nuevos métodos de producción, los mercados se expanden y las sociedades están evolucionando. Banco Mundial |
El Fondo Monetario Internacional estima que cerca de 100 millones de trabajadores de 35 países avanzados y emergentes (de los 189 países miembros del FMI) podrían presentar un riesgo alto debido a que no pueden realizar sus trabajos a distancia. Esto equivale, en promedio, al 15% de su fuerza laboral. Fondo Monetario Internacional |
En los últimos 10 años los avances tecnológicos cambiaron el mundo. Son muchas cosas nuevas. La inteligencia artificial, la robótica, la automatización, telefonía inteligente, comunicaciones 5G, nanotecnología, biotecnología, Internet de las cosas, impresión 3D, bibliotecas universales, vehículos autónomos, armas inteligentes, cartografía de detalle, diagnósticos médicos, ciudades inteligentes, y el control continuo de señales corporales.
A esta relación hay que añadir: nuevas formas de trabajar, nueva educación, nueva producción de comida, reconocimiento facial en el espacio público, conversación simultánea en distintos idiomas, manipulación genética, viajes espaciales, internet satelital, transición energética, comunicación del cerebro humano con las computadoras...y mucho más. Gregorio Martín Quetglas. |
Cuando leía las fórmulas de adaptación, de pronto se me ocurrió averiguar que estaban pensando los lideres mundiales sobre los cambios que la inteligencia artificial estaban generando en el mundo laboral. Y esto fue lo que encontré.
"A algunas personas no les gusta el cambio, pero necesitas afrontarlo especialmente si la alternativa es un desastre"
Elon Musk |
"La gente a menudo me pregunta qué tecnologías tienen el mayor potencial para cambiar nuestras vidas en las próximas décadas. La IA (Inteligencia Artificial) siempre está en la parte superior de la lista." Bill Gates |
La misión de OpenAI es garantizar que la inteligencia artificial general (AGI), con lo que nos referimos a sistemas altamente autónomos que superan a los humanos en el trabajo más económicamente valioso, beneficie a toda la humanidad. Intentaremos construir directamente una AGI segura y beneficiosa, pero también consideraremos cumplida nuestra misión si nuestro trabajo ayuda a otros a lograr este resultado. Carta de OpenAI |
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